Catedral de Cabimas
La Catedral de Cabimas en el mes de julio de 2015 esta de Aniversario. Felicitaciones.
La historìa se somete al Mètodo Històrico, es decir a la prueba metodològica SU VERDAD, una parte queda como historìa indemne donde prevalece la verdad y la otra es la historìa desnuda en su contenido, cargada de entuertos y las jorobas de la historìa.
La historìa no es un juicio ni el historiador un juez, es una herramienta en el proceso de humanizaciòn cultural, por lo tanto la historìa de localidades no es sinònimo de historìa pequeña sino que se ubica en un contexto màs amplio.
La historìa de la Virgen del Rosario tiene muchas historìas, unos dicen que apareciò en el rìo Paraute en el año 1651, otros dicen que la primera capilla la construyo una mujer piadosa.
Como vemos al surgir lo que se conoce como testimonios, el asunto se convierte un tanto complejo, por consiguiente se debe tratar el tema con el colectivo.
Para el año 1847, Juana Villasmil tenìa 22 años de edad y si en el año 1836 se levantò la nueva iglesia, para ese entonces tenìa 11 años de edad y es imposible que sucediera lo señalado por algunos historiadores, mucho menos su participaciòn en la construcciòn de la primera capilla en el año 1800.
Imaginario
Imaginario
Quien construyò la humilde capilla a la Virgen fue Marìa del Rosario Lizarzàbal Ugas del peculio que recibiò de sus padres, su abuelo Josè Antoni Ugas dueño de las tierras, creò la Cabimas de los españoles y cediò tierra a los capuchinos en el Barranco de Ambrosio, que no era la Misiòn de San Antonio de Punta de Piedras porque esta quedaba y queda como Punta de Piedras en el municipio Miranda.
En el lugar se comenzaron a festejar las fiestas en honor a San Benito de Palermo los 27 de diciembre y 1 de enero de cada año desde la catedral de Cabimas hasta la Misiòn de Capuchinos del Barranco de Ambrosio y a raìz del reventòn del Barroso se extendieron hacia La Rosa.
Luego la imagen de San Benito fue entregada a la familia Antunez y son esta junto con la familia Ochoa continuan la tradiciòn dejada por los Capuchinos.
Catedral de Cabimas
0 comentarios:
Publicar un comentario